Otra de las visitas que podemos disfrutar mediante realidad virtual es la de la Cueva del Asno. El recurso turístico seleccionado es la denominada Cueva del Asno, ubicada en el margen izquierdo del Duero muy cerca de la capital, en la localidad de Los Rábanos, cerca de la actual presa y central hidroeléctrica, pudiéndose llegar a ella después de cruzar dicha presa y subiendo por el camino particular que parte de la central hidroeléctrica y asciende hasta cota de 1.106 m por un terreno de monte bajo. La visita comenzará en el mirador del embalse para luego llegar hasta la cueva.
El yacimiento se conoce desde el siglo XVIII. En el año 1721 escribió el párroco de Los Rábanos un manuscrito, que se encuentra en el archivo de la parroquia, en el libro tercero de Bautizados, en el que se da cuenta de los descubrimientos, por los lugareños, de restos prehistóricos que el sacerdote en cuestión, don Francisco Ruperto Enríquez, detalla con habilidad. Dicho manuscrito, que fue publicado en las Actas del Congreso de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias (Lisboa, 1932), fue analizado posteriormente por Clemente San en un estudio geológico sobre la Hoz del Duero. Fue usada como hábitat en la edad del bronce, en la del hierro, en la época romana y en tiempos de los visigodos. Se excavó arqueológicamente en 1976-1977.
El acceso no tiene grandes dificultades. La entrada es relativamente amplia, aunque penetrando unos diez metros es necesario pasar de rodillas unos dos metros, para penetrar en el vestíbulo que ya es lo suficientemente amplio como para permitir la estancia de varias personas en pie. Se trata de un conjunto de túneles de más de un kilómetro de longitud con dos grandes galerías retrospectivas. No encierra peligrosidad, salvo en el tramo en el que se encuentra la llamada «Sima del Perro», por su angostura y por dificultad de paso, la cual necesita de especialistas en la materia para continuar. La cueva presenta varios lugares de habitación y enterramiento. Los más significativos son: la entrada, en la que hay un amplio vestíbulo en el que se han desarrollado prioritariamente los trabajos de excavación; la primera salida, en la que existe un gran salón iluminado por la luz solar que entra por una apertura lateral que cae sobre la hoz del Duero. La visita terminará en la presa hidráulica.
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